endógena.

domingo, octubre 28, 2007


Endógena se llamaba y lo acompañaba desde hacía muchos años. Ella la conocía, cada cierto tiempo hacía desagradables visitas a su padre y la casa se ensombrecía. Siempre quiso comprenderlo, quería entender el por qué de la ausencia de su sonrisa y la tristeza de sus ojos pardos. Ella, al contrario, siempre brillaba. Le escribía cartas y le pedía a Endógena que se fuera, que no volviera más, que dejara libre esa casa. No siempre le hacía caso, pero un buen día, el sol entró libre por las ventanas y él se levanto. Sus ojos recuperaron la alegría y su sonrisa nunca más abandonó su rostro.

Una vez, ella preguntó por qué Endógena volvía cada cierto tiempo. Su madre respondió que era algo así como "parte de la familia" y que por más que lo intentaran nunca se iría, "hay que hacerse la idea", dijo. Y tenía razón. Hoy han pasado varios años desde su última visita, pero ya no quiere a los ojos pardos, sino que viene por Ella. Comenzó a seguirla por los intrincados caminos que la llevan a casa, se metió en su cama y alteró sus sueños, envenenó su comida, ensució sus ropas y terminó por enfermarla. De pronto, sin motivo aparente , Ella se vio atrapada sin salida en sus turbias redes.

Como era previsible, nadie lo notó. Ella lidió con todo, como aprendió a hacerlo desde pequeña, pero esta vez fue distinto. Se sentía sola, sola y desgraciada. De repente se quedó sin fuerzas y decidió no salir más de su casa. Miraba la playa a través de la ventana, las puestas de sol, las parejas de enamorados, pero no era capaz de levantarse de su cama. Un día, no pudo comer más, vomitaba apenas probaba bocado y comenzó a adelgazar. "Siempre quise ser más flaca", pensaba, "Quizás pueda sacar algo bueno de todo esto", pero se equivocaba. Con el correr de los días, perdió todo su atractivo, sus ojos almendrados se apagaron, su cabello perdió el brillo, sus piernas no bailaron más y su corazón disminuyó los latidos.

Cada nueva mañana era idéntica a la anterior, había perdido su vida y Endógena la miraba desde el umbral de la puerta con una sonrisa burlona. Hasta que una soleada tarde Ella no soportó más, la miró fijamente y dijo con la última de sus fuerzas :"¿Por qué no te vas de una vez?, ¿Por qué no me devuelves mi vida?". Endógena fijó la mirada en su demacrado rostro. Había logrado destruirla, la había despojado de todo aquello en lo que creía, la había transformado en un trapo viejo ... Luego de una larga pausa, abrió la boca y respondió suavemente :"Porque necesitaba que tú me echaras" ...

Y así fue como Endógena hizo sus maletas, se acercó a Ella por última vez y la despertó de una larga pesadilla.




paparazzeo mañanero.

martes, octubre 16, 2007




en la mas SQP.
una mañana de domingo en tu casa.
era la cuarta vez que te veía .
después fuimos a misa y apretaste mi mano.
en la noche te dije que te amaba.
en la noche me dijiste que me amabas ...
y a la luz de la luna me avisaste que esto no tenía fin .

te amo.