Comienza el proceso fantasioso de intercambio de miradas tras el celofán. No reconozco la maldad incipiente en lo ojos pardos que me acechan. Busco el daño, el deterioro , y el miedo me tira al suelo. ¿Es real? ¿O quizás eres sólo un holograma?
No responde. No habla, no grita. Se limita a inspirar y expirar burbujas de esperanza. Me acerco hipnotizada como abeja a la miel. Huelo la dulzura de sus besos de anís y él se eleva sobre nubes de azúcar. El cieloparece navegable y por vez primera volamos juntos.
La luna y las estrellas son trazos infantiles de un pequeño crayón. Veo como te transformas en un príncipe de grafito sobre un corcel a medio pintar. ¿Vendrás a salvarme?
De pronto cabalgas en otra dirección. Es obvio, la cobardía es capaz de inundar hasta al más valiente de los nobles. Tu sangre azul no te hace distinto a cuanto hidalgo estuvo antes en este reino. Ojalá la goma de borrar pasara sobre tu cabeza y no aparecieras nuevamente en estas hojas. Me pierdo en un papel arrugado de tinta corrida y cae mi sombrero. Nado por un mar de colores en busca de mi escoba. Las olas golpean mi cuerpo ya desmenuzado y los tiburones huelen mi rojizo dolor de témpera.
Mientras la bruja se ahoga en sus culpas, la bondad ilumina un amanecer amarillento. La luz blanca se abalanza sobre mí y me veo calcada en otro escenario, más vacío que el anterior. Sin embargo no estoy sola. El príncipe toma mi mano llévandome de vuelta a la noche estrellada. Los niños aún juegan, pero esta vez no hay corceles ni brujas. Sólo tú y yo de pie en la calle soñando en croquis y carboncillo.
Te regalaría un planeta de sonrisas. Te adoro :)
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soundtrack!
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