martes, enero 30, 2007



Y si, como miles de santiaguinos y provincianos sofocados fui a ver la Pequeña Gigante de la compañía francesa "Royale Deluxe". Obviamente me encantó, le saque mil y una fotos, me insolé y fuí llevada por la masa en plena Plaza de Armas con un cabro chico ensartado en mi ya adolorida espalda.

Pero cuando la tuve frente a mí, aplastándome con su magnificencia sentí pena. Vi en cámara lenta a los actores como liliputiences manejando esa enorme marioneta y mi mente se trasladó a un dos años atrás. Fuí con mi hermana a ver "1907" a Matucana 100, me repetí el plato, porque la había visto ese invierno en el mismo lugar en su primera temporada. El punto es que la primera y segunda vez que la ví, me superó el virtuosismo de la "Patogallina". Era increíble ver como menos de 10 personas llevaban a cabo un despliegue mágico que te trasladaba a otra atmósfera, algo así como la catarsis que se buscaba en los incios del teatro, cuando los Griegos homenajeban a Baco.

Pero no todo era miel sobre hojuelas. Antes de lograr la fama y presentarse en una de las salas más caras de Chile, mis queridos compatriotas actores pasaron toda clase de pellejerías solo por amor al arte. Sino, como se explica que una de las Compañías más prestigiosas del país haya montado sólo 3 obras en más de 10 años?. Simple, porque sin apoyo y recursos no se puede hacer una obra de tal magnitud en un par de meses. Y de ahí vino mi pena.

Qué gusto saber que vas con el señor Gobierno Francés y le dices : "Me daría 800 millones de pesos para hacer una marioneta de 7 metros de altura que recorra el mundo?", y tienes la certeza que el cheque estará en tus bolsillos cantando alegre como un pajarito.

Y cuando llega un Señor así aquí??


Aún no pierdo la esperanza =)



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dato rosa : mientras escribía esto escuchaba "Venceremos"


estudiantes, empleados y obreros cumpliremos con nuestro debeeeeer (8)

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

A mí en lo personal no me dió pena, sino que emoción, casi al punto de llorar, y realmente para mí el espectáculo no era la pequeña en sí, sino quienes la manejaban, sus vestimentas, sus movimientos, todo.
Besito, espero verte :D